En esa época la discoteca era ya un reflejo de lo que había sido un día. Fue en ese momento, en los sótanos que un día fueron una de las más radiantes salas de Valladolid, en la que un joven cantautor luchaba por encontrar su voz. Eran tiempos de montañas de sangre, de comparaciones odiosas y de esforzarse por encontrar a alguien que te comprendiera. Después llegó otro día de máquinas humanas, rojas amapolas y de comparaciones cada vez menos odiosas. El cantautor se…