El tan ambiguo y socorrido apelativo de “artista de culto” se le queda corto a Julio Bustamante. Heterodoxo por naturaleza, músico ante todo, poeta, escritor, dibujante, filósofo de carrera, docto e ilustrado, ha sabido dotar, durante más de 35 años, a cada uno de sus esperados trabajos, tanto en solitario como en colaboración con otros músicos, del sentido necesario como para ganarse el respeto de la minoría exigente y, a pesar de ello, figurar en el libro de oro de la música pop española por derecho propio.

Y es que, con permiso de otros colegas de aventuras, como los también valencianos Remigi Palmero y Pep Laguarda, nadie como él ha sabido plasmar el espíritu mediterráneo en sus canciones y transmitir la esencia de la luz, la alegría y el modo de vivir de sus gentes con un sonido original y exclusivo, aunque en realidad las canciones de Julio beban directamente de las fuentes canónigas: jazz, rock, pop, folk o bossa nova, pero son su riqueza narrativa íntimamente relacionada con la literatura y ese toque suyo intransferible en las composiciones las que marcan la diferencia.

Por otra parte, la pluralidad de sus gustos confesos, que van desde los Beatles hasta la chanson, pasando por Bowie, Lou Reed o Van Morrison y los cantautores italianos clásicos, le ha llevado a crear un sonido original, un sello distintivo propio y reconocible. Compone indistintamente en valenciano y castellano, lo que le ha hecho ganar respetabilidad como intérprete y autor. Julio Bustamante se aleja de todos los clichés imaginables, es un gato que nunca ha perdido el pulso de la vida y ha encontrado su mejor forma de expresión en pequeñas piezas de caligrafía impecable que glosan historias que calan profundamente, indistintamente del tema que traten.

Julio Bustamante edita un nuevo disco y el mismo nos comenta la obra:

«La misión del copiloto» empezó a gestarse hacia finales del 2014, a partir de los dos temas que abren y cierran el disco: «La doble» (un poema de Sam Shepard) y «El cel de les cançons» (El cielo de las canciones) A partir de ahí compuse el tema que da título al disco que, junto con «Iratxi» (cantada a dúo con Nacho Vegas) hablan de la necesidad de luchar juntos, en especial en una época en que una desgracia familiar se cernía en el horizonte. También, a causa de eso y como liberación, me centré en otras canciones más divertidas y refrescantes que reflejaran la vida cotidiana discurriendo en todo su esplendor natural.

«Mientras lees en voz alta», tema elegido como primer single, pertenece a una especie de diario establecido a lo largo de una relación que mantuve, hace un par de años, con una joven amiga. El juego consistía en escribirle una canción cada mes, como así fue. En este disco hay diez de ellas (llegué a componer hasta doce) las dos sobrantes las guardo para otra ocasión con un grato recuerdo. Entre otros significados que se pueden atribuir al título de este álbum (cada cual elija el suyo) esta fue, en un principio, la misión del copiloto.

El resultado es una obra variada, como la existencia misma de las personas. En este sentido ha ayudado mucho la colaboración en los arreglos de los cuatro músicos que me acompañan en directo, «LAVANDA» (Montse Azorin, Luis Alcober, Lucas Balanzá y Santi Bernal) así como nuestros productores artísticos y colaboradores en Barcelona: Cristian Pallejà, Ferran Resines, Jordi Llobet y Hans Laguna. Mención especial para María Rodés y Clara Viñals por cantar conmigo con «savoir-faire» y entrega, y a Nacho Vegas por hacerlo con complicidad y maestría, todo un lujo de voces. En total once estupendos artistas que han puesto su mejor hacer en estas doce canciones, siete en castellano y cinco en valenciano que integran este nuevo álbum, que suma el número trece a mi discografía en solitario.»