La música mediterránea emerge de la fricción entre su civilización y el agua salada que la abraza. Del rozamiento entre dos cuerpos en contacto que se desgastan en arena. Pueblos y ciudades acorralan un mar y vuelcan sobre él todos sus miedos y anhelos que se escapan por un estrecho entre dos continentes al abismo del mundo. Y los elementos nos contemplan atávicos para volver del futuro y tronar y tronar; o musicar la vida, que al caso, es lo mismo.

Los Hijos del Trueno crecen del ruido de Barcelona, un pulpo ciego y gigante destrozando el Hotel Vela, la estatua de Colón o la Capitanía General mientras sonríe, baila y da palmas.

Vicente Leone y Daniel Granados (los miembros de Tarántula junto a Joe Crepúsculo) han formado una nueva orquesta de baile popular.  Traen música mediterránea acumulada en sus escuchas, como una gran concha que ha grabado durante años el rumor y las mareas de una ciudad que cambia a golpe de ola. Rumba-ficción, habaneras y distopía para dibujar la banda sonora de una ciudad que flota junto al mar. Y lo hacen de la mano de un gran elenco musical: Pau Julià (al bajo),  Guillem Caballero (a los teclados), Pau Albà (percusiones), Sara Fontán (violín) Cristian Pallejà (trompeta), y las Tarta Relena (a los coros).

Tras «Desde el mediterráneo”, el single de adelanto de esta primavera pasada, con dos perlas de una ostra rota, en la que nos anunciaban un tsunami que va del Cap de Creus a Pirineo en forma de rumba, jota y habanera del siglo XXI (interpretada junto a María Arnal) llega por fin «Sorprendentes adelantos”, su esperado primer LP.

Es extraño ver como una canción extraña es coreada en los conciertos como si siempre hubiera estado ahí. Esto sucede con el Derrumbao del faraón y con la mayor parte de un disco que no por extraño es menos popular. ¿Acaso no es extraña una gamba roja? 

Las novedades en estos «Sorprendentes adelantos» arranca con «A la faldilla de Montjuïc» a una oda a la montaña de Barcelona que se asoma al mar desde la curva del Morrot, alto desde donde se hizo la fotografía del disco y que da nombre a una de la mejores rumbas del Gato Pérez. “El viento de Detroit” nos adentra en la cruda distopía del postcapitalismo industrial… desde Barcelona se canta a otra ciudad, “a esas gentes que son como restos, supervivientes del auge industrial”. Y de urbe en urbe hasta el apocalipsis de “Los zombies de mi ciudad”, un mordisco al desinterés y la apatía… “se alienan con los anuncios, con el dinero y con los deportes, se alienan con la bandera y con la droga de cualquier manera”. 

Tras volver a la “Habanera sin rayos” (dúo de voces  a María Arnal publicado en el single) la cara B sigue el recorrido de la distopía mediterránea con “Volver del futuro”, entre Carlos Vives y la rumba catalana, con Leone narrando su inquietante viaje en el tiempo, lleno de “sorprendentes adelantos”, “como la vespasiana flotante o el refresco perfecto”. Atención al acordeón futurista, que conecta el mediterráneo con el Caribe a ritmo de gota fría y guitarra grecolatina. Y no hay submundo sin su animal mitológico, y de ahí el “Lorocuervo”, la metamorfosis de un loro que crece para dar la vuelta al mundo y acabar bailando salsa, rumba o algo a medio camino de todo y de nada, como el propio bicho. Y entre tanto óxido y mar “Ahí llega el colapaso”, un Elvis Costello cantando borracho y seco de anchoas y vino blanco hasta acabar en un bolero contra las prisas “podría estar toda la vida mirando las musarañas…”. 

Y qué sería de la cultura popular sin la remezcla, sin la apropiación de materiales ajenos para crear nuevos temas?? Ya lo sabia George Harrison cuando publicó “My sweet lord” tomando prestado el famoso tema de “He is so fine” de Ronnie Mack (contra quien perdió el juicio por su copyright). En “Llegan los Hijos del Trueno” estos marineros en tierra le dan de su medicina al Beatle para llevar este popular tema hasta los acantilados de cualquier tormenta. 

Un disco lleno de cruces de caminos, de cortocircuitos e interferèncias. Fósiles radiactivos de coral en forma de rumba-ficción y música mediterránea bastarda, como debe ser, como ha sido siempre y como seguirá siendo. “Llegan los Hijos del Trueno, Papa Noel cruza el cielo y el estruendo es general. Los moluscos lloran tinta y el tormento se avecina”. Desde el mar, con amor.

Sorprendentes Adelantos
1.Derrumbao del faraón
2.A la faldilla del Montjuïc
3.Viento de Detroit
4.Los zombis de mi ciudad
6.Volver del futuro
7.Lorocuervo
8.Ahí viene el colapso
9.Llegan los Hijos del Trueno