AUTOESCUELA no es solo un grupo. Es la amistad entre dos personas, que nace en un instituto asturiano de paredes de pladur en la época en la que Fernando Alonso estaba en Renault y la gente dejaba de estudiar para meterse a encofrador y poder tunear un Seat León.

Nos creíamos más listos que los demás porque leíamos la Rockzone y en los recreos escuchábamos a Bloc Party, a Bright Eyes y a Circa Survive enfrente del departamento de educación física. Desde ahí han pasado catorce o quince años, selectividades, comas etílicos, viajes iniciáticos, vomitarnos el uno encima del otro, grandes fracasos sentimentales, sorprendentes e inmerecidos éxitos sentimentales, entrar en el mercado laboral, darnos hostias como campanarios, creernos más listos que los demás por escuchar a Big Star o a Teenage Fanclub o a Elvis Depressedly y una realidad que nos recordaba que no éramos más listos que nadie.

Hemos dejado el grupo varias veces, han participado de distintas formas muchas de nuestras personas más queridas (Lucía, Edgar, Blanca, Edu, Pati, Jacqueline, Marcelo, Alejandra, Braña, Eva, Ana, Dani…), nos hemos cabreado entre nosotros (uno de forma más histriónica, el otro de forma más pasivoagresiva) y aún así nos seguimos queriendo. «Club Deportivo Raíces» es una recopilación de canciones que no llegamos a publicar en los años en las que fueron grabadas. Las canciones están en bruto, hay desafines, locuras, bromas privadas, calidades de sonido que oscilan entre el lofi y directamente la cacofonía, melodías que copian a La Costa Brava o a Homeshake o a T.Rex, hay un mundo de referencias absurdas y neurosis. Autoescuela vive, la lucha sigue.

Santi